Luego de cuatro años, los nuevos oficiales egresan preparados para liderar equipos en momentos de crisis y en tiempos de paz. Con capacidad para delegar, trabajar en equipo y manejar conflictos, con conocimientos en sistemas tecnológicos militares y sistemas de armas, manteniendo una condición física que le permita dar respuesta a los desafíos de esta profesión.
Nuestros alumnos se gradúan como oficiales de Ejército del grado de alférez, preparado para ejercer el mando de una sección de fusileros con liderazgo y resguardando la seguridad ante todo evento.
Posee habilidades comunicativas que le permiten interactuar – en los niveles apropiados – en lengua materna e idioma extranjero (inglés, francés y/o alemán) en forma efectiva; con capacidades para formar e instruir a sus subordinados motivándolos y estimulando en ellos la autopreparación y el autoentrenamiento, conforme con los estándares exigidos por la Institución.
![perfil](https://admision.escuelamilitar.cl/wp-content/uploads/2024/04/perfil.jpg)
“Oficial de Ejército del grado de alférez, formado para ejercer el mando con liderazgo sobre una sección de fusileros, en el contexto de las operaciones militares. Posee una formación académica y profesional, con un énfasis científico tecnológico, que le permite afrontar problemas complejos, dando respuesta a los desafíos presentes y futuros de la profesión. Su formación ética, valórica y administrativa le permite ejercer la gestión eficiente de los recursos que le son asignados, con estricto apego a las leyes y reglamentos vigentes”.
– Ejerce el mando con liderazgo sobre una sección de fusileros en operaciones militares, a través de un proceso de toma de decisiones basado en la doctrina institucional, con claridad de pensamiento, comprensión situacional y eficiencia en el uso de los recursos.
– Aplica pensamiento crítico y creativo para resolver problemas complejos de su quehacer profesional, utilizando los principios de las disciplinas incluidas en su proceso formativo.
– Formula el proceso de instrucción militar, mediante cada una de sus etapas, aplicando las metodologías dispuestas por la doctrina operacional, para así desarrollar las potencialidades del personal de la institución.
– Administra los recursos humanos y materiales disponibles, con el propósito de mejorar la eficiencia y las capacidades de su unidad, aplicando la doctrina institucional vigente y las normas que rigen la administración del Estado.